domingo, 23 de septiembre de 2007

Eugène Atget

Nace en Libourne (Francia) el 12 de Febrero de 1857, viaja a Uruguay formando parte de una compañía ambulante de teatro donde desempeña papeles secundarios, debido a su físico y a su fuerte acento regional. Otra vez en París intenta ser pintor, pero de nuevo no tiene suerte.

Se dedica a la fotografía suministrando material a los pintores de estudio de la época, los cuales incorporan a sus cuadros los detalles, flores, objetos y árboles que registra con su cámara. Él considera sus fotografías como documentos para artistas.

También trabaja para ciertos organismos oficiales como la Comisión del Viejo París y la Biblioteca Histórica de la Villa de París, para los que realiza diferentes series: París pintoresco 1898-1900, El viejo París 1898, El arte en el viejo París 1900, La topografía del viejo París 1901, París Pintoresco 1910.

Utiliza una cámara de fuelle con placas de vidrio de 18 x 24 cm. con el objetivo desplazado, para evitar que las verticales se distorsionen, lo que provoca la aparición de bordes negros en la parte superior de sus fotografías. La cámara que utiliza pesa unos 20 Kgs. y aunque ya existían los negativos flexibles, él nunca los usó. Viaja en autobús o en metro y en un cuaderno, que aún se conserva, figuran las direcciones de sus clientes con la parada de metro más próxima.

Sus fotografías están realizadas a primeras horas de la mañana, ya que le solicitaban que no aparecieran personas, debido a que el interés oficial se orienta hacia los monumentos históricos. Recorre uno a uno los diferentes barrios de París.
Al final de su vida se sugestiona con el París que está desapareciendo, hay textos en sus fotografías que indican la próxima desaparición de los elementos que figuran en las mismas.

Debido a un cúmulo de circunstancias, sus fotografías analizadas hoy reflejan algo que es posible que él ignorase en el momento de realizarlas: Un París que ya no existe, la ausencia de personas o más bien la presencia fantasmal de las mismas.

Sus fotografías no tratan de representar ningún acontecimiento, sino que son visión frontal, una mirada fría y aséptica del objeto de la fotografía tal y como es. Este conjunto de elementos hoy nos transmiten una sensación de nostalgia y de drama, próxima a mensajes sugeridos por otros artistas nada ingenuos como puede ser Giorgio de Chirico.

Man Ray le presenta a los surrealistas, que le proponen publicar alguna foto suya en el número de Junio de 1926 de la revista La Revolución Surrealista (Corset de 1912). Atget dice: "no incluyan mi nombre, las fotos que tomo son simples documentos".

En 1968 el MOMA de Nueva York adquiere 10.000 de sus negativos.
























domingo, 2 de septiembre de 2007

La Grúa y la Jirafa



La grúa y la jirafa (The crane and the giraffe) es la animación 2d digital dirigida por Vladimir Bellini y con música original de Eduardo Bellini. Desde Remedios de Escalada, en el año 2006 y con una producción de 4 meses, La grúa y la jirafa cuenta con un promedio de 4500 dibujos 100% artesanales, sin procesos automáticos y totalmente hechos a mano y en color.
Su estreno fue en el
Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) en el año 2006.